¿Qué tienen todas en común?
Contienen un lenguaje y mensajes similares cuidadosamente diseñados, aunque no idénticos, frases y enunciados recurrentes, que pueden suponer hasta un 40 % o más del texto de las comunicaciones de tus clientes.
Si no utilizas una memoria de traducción que almacene el contenido traducido con el fin de reutilizarlo en el futuro, acabarás localizando las mismas frases una y otra vez. Esto puede ralentizar la finalización del proyecto y reducir la calidad del trabajo, lo que podría desembocar en la insatisfacción del cliente.
Las memorias de traducción pueden contribuir positivamente al proceso de localización y mejorar significativamente tanto la calidad como la eficacia. Todas las traducciones anteriores se pueden almacenar para volver a utilizarlas en el futuro, de modo que no tengas que traducir la misma frase cada vez que aparezca. Además, la rapidez a la hora de finalizar un proyecto le permitirá aceptar un volumen de trabajo mucho mayor y elevar tus ingresos.